Mi
Personal Learning Environment o PLE, o Entorno Personal de Aprendizaje siempre
serán los libros. Me gusta estar rodeada de ellos y por ende las bibliotecas
son mis lugares preferidos, o una sala o habitación con un librero.
Ya sé que
“entorno” de aprendizaje no se refiere a lugar físico, más bien a una dirección
de aprendizaje, y si ahora estoy en un Máster de Tecnología, debo ampliar la
biblioteca al ciberespacio infinito, pero les comparto eso para que vayan
entendiendo cuales son mis herramientas y de donde vienen mis referencias.
2000-2003
Biblioteca Nacional.
2003-2006
Enciclopedia Británica, uso mínimo de internet para investigar cómo escribir
guiones, libretos, curriculum vitae, cartas de renuncia, cartas de motivación
para entrar a universidades, etc.
2006-2010
Biblioteca Emilio Rodríguez Demorizi, uso moderadísimo de internet (de hecho,
nunca usé la base de datos externa a la de la universidad).
2011 Páginas web de universidades extranjeras para benchmarking en mi trabajo y
libros de historia.
2012
Páginas web para enseñar inglés con diferentes metodologías, aulas virtuales y biografías
en libros.
2012-2013
Video tutoriales de programas de diseño, blogs de arte y diseño, páginas web
para desarrollar plataformas de pagos en línea y servicio al cliente a través
del ordenador, revistas científicas de universidades latinoamericanas. Facebook
y twitter (claro que cuentan, ahí leía las noticias).
2014
(China) Traductores en línea, fórums de idiomas, páginas web de aprendizaje de
idiomas y cuanto libro me cayera en las manos.
2015
Páginas web de oratoria, video tutoriales, moodle (por un tubo y siete llaves)
y ya muy poco tiempo para mis amados libros.
2016
Aula virtual, poco tiempo para los libros. = (
Terminado
este recuento, llego a la conclusión de que lo necesito es enseñarme a que me
guste la lectura en pantalla, para así aprovechar más los PLE actuales:
Para
imágenes
Para
presentaciones
Para
comunidades
Para
periódicos
Más
importante aún que saber dónde buscar es saber cómo guardar esto que
encontramos para fácil acceso y filtro cuando lo necesitemos más adelante, sea escribiendo el TFM o sencillamente para compartir algo útil con nuestros estudiantes.
Mi metodología no puede ser más
rudimentaria, pero es para mí la más efectiva:
Carpetas
en el escritorio.
*en este momento el lector aparta su cuerpo del escritorio y dice, "Buueeeenoo.... ¿Quién se
pone a eso en estos tiempos?"
Defensa: como no
me gusta el desorden en sitio alguno y menos en la pantalla que veo al abrir la
laptop, si lo pongo ahí me obligo a leerlo más rápido, tomar lo que necesito e
irlo refiriendo con el clásico APA en un documento en mi Google Drive, de
modo que aunque se pierda, rompa o sea hurtada mi computadora, mi trabajo esté
en la gran bóveda de la internet.
Ahora bien, que yo siga en la edad de piedra del usuario del ordenador no significa que no entienda que hay un nuevo modelo de aprendizaje, este es NO individual, más bien
INDEPENDIENTE.
Ya no
sólo es recibir información, es compartir información.
No se
trata hoy de controlar lo que se informa más bien, invitar a la búsqueda.
¡Ahora,
a construir el propio!
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