Viví en
China durante un año y allí conocí por primera vez el concepto VPN y entendí su
importancia.
En el
mundo occidental damos por sentado el acceso a la información libre que
tenemos. Más aún en Latinoamérica, donde gozamos de casi todos los avances
tecnológicos y privilegios de libertad de expresión de Norteamérica, sin la
persecución obvia del FBI. Me imagino que a todos nos vigilan, especialmente
luego de haberles mencionado en un artículo web que está disponible para todo surfista de la internet, pero siento que en los “países del tercer mundo” como nos llaman
algunos, se te va la luz (traducción al castellano no dominicano: “el servicio
eléctrico”) o el internet, cosa probable en Ciudad Banana (Santo Domingo) y ya
quedas fuera de rango de observación hasta que al proveedor de tus servicios le
salga tu reclamación con necesidad de atención en su pantalla observada por sus
superiores midiendo su tiempo de respuesta.
El VPN,
o “Virtual Private Network” básicamente le dice a los observadores que tú estás
en el sitio que tú escojas. ¿Y por qué no dejarlos saber dónde estás, por qué no ser
transparente? Porque todos tenemos secretos… Cue risa malvada.
Por la sencilla
razón de que a tu computadora se asigna un asiento número de Proveedor de
Servicio de Internet (ISP, por sus siglas en inglés), y como a través de ella,
tu computadora, accedes a tu correo, servicios de telefonía online y páginas
web, tu ISP está obligado a guardas esas direcciones, o sea, tu historial de
navegación. ¿Ahora empiezan a tener miedo?
El VPN
crea un túnel encriptado a través de la internet a tu información y te protege
de hackers y de todas aquellas personas que no te interesa tengan acceso a tu
información.
Un VPN es útil para quienes:
- Usan wifi en sus centros de trabajo
- Hacen transacciones bancarias a través de internet
- Están interesados en informaciones no permitidas en el país que están (algo tan sencillo como un video musical en youtube o acceso a un artículo en una base de datos en otro continente.
En mi
caso, yo estaba en China, donde las estrictas leyes prohíben el acceso a algo
tan simple, para mí, como Google. Cerca de la conmemoración del 5 de junio por
la muerte de estudiantes en 1989 en Tiananmén, me vi imposibilitada de acceder
a mi cuenta de g-mail. Tuve que recurrir a una amiga de Bulgaria para que me
prestara su computadora, con VPN incluido, para ver mis correos. Ella ya
llevaba varios años viviendo en el país y me contó del día exacto en el que
tumbaron Facebook y de cómo ella entendió la necesidad del VPN para sobrepasar
el bloque al acceso a la información.
FAQs
- ¿Cuánto cuesta un VPN? Comprar un VPN sale por 40 dólares anuales y tienes ancho de banda ilimitado para navegar en dónde estés.
- ¿Afectará la velocidad de mi internet el seleccionar un lugar distinto a dónde me encuentro? No afecta la velocidad de tu internet.
- ¿Puedo decidir la locación que el VPN proveerá para mi? Puedes seleccionar donde quieres “estar”.
Mientras
más información requieran de nosotros las páginas web que visitamos, más
necesario se torna un VPN, simplemente para proteger nuestra identidad digital.
Para ver más acerca de los beneficios de descargar un VPN o la "solución lógica para acceso remoto":
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